10 mar 2011

La raza negra argentina

Desde que llegué a Buenos Aires en febrero de 2007 siempre me pregunté cómo podía ser que hubiera tan poco afrodescendiente en una ciudad tan culturalmente diversa. También supe después que en el pasado, gran cantidad del comercio en el cono sur se hacía a partir del Puerto de Buenos Aires, uno de los más importantes en la época colonial; de esto deduzco que el comercio de negros esclavos también se hacía en Buenos Aires, así como ocurría en Cartagena de Indias al norte de Colombia, donde actualmente la raza predominante es la negra. Si esto es así, entonces, ¿Qué pasó con la raza negra en la Argentina?.
De la actual población, se estima que un 2% o 3% tiene ascendencia africana, cuando en la época colonial consituían casi una tercera parte de la población.
"La desaparición de los negros de la escena argentina ha intrigado mucho más a los demógrafos que la desaparición de los indios." describe un tal señor James Scobie según Lanata.
Jorge Lanata, en su libro "Argentinos, Quinientos años entre el cielo y el infierno" da como posibles causas tres teorías:
1. La masiva participación de la raza negra en la primera línea de combate en las guerras de independencia, en los enfrentamientos contra Brasil y Paraguay y en las guerras civiles, ya que según la ley, los esclavos que prestaran un servicio a la patria serían dejados en libertad (también anota que de los 688 negros que defendieron a Buenos Aires en las invasiones inglesas, el Cabildo otorgó libertad a 22). de ahi que más de una tercera parte del Leal Ejercito de Infantería de San Martin fuera de negros. Casi la mitad del Ejercito que sitió Montevideo encabezado por el General Rondeau, era afroamericano.
2. El mestizaje, suponiéndose que las mujeres de raza negra buscaban hombres blancos para que su linaje pudiera obtener una mayor movilidad social.
3. La alta tasa de mortalidad.


Uno de los primeros depósitos de negros en Buenos Aires, donde se "clasificaban y contaban cabezas", se encontraba a menos de dos cuadras de mi última casa en Buenos Aires: El parque Lezama, en San Telmo, donde se medían y se determinaban posibles fallas en los esclavos: raquitismo, deformaciones, pérdida de miembros o si eran muy jóvenes o viejos para trabajar, para luego proceder con el "marcado" hecho en el pecho o en la espalda, como se marca el ganado en el campo.
Los negros tenían prohíbida cualquier participación política así hubieran ganado su libertad y en las escuelas no eran bienvenidos. Negros y mulatos eran castigados si se les encontraba leyendo o escribiendo.
Ya después de abolida la esclavitud en la República Argentina, los hombres y mujeres de raza negra, ahora libres seguían estando en el sótano de la pirámide social, muchos volvían a servir a sus antiguos amos ya que no encontraban nada más qué hacer.
Las primeras "colonias" negras en Buenos Aires se formaron en el barrio de San Telmo y Monserrat, por las calles Independencia, Chile y México, donde se dividían según el lugar africano de donde provenían. Aún mucho después de que el hombre afroamericano fuera una persona libre, se le prohibió bailar en las calles (1822), también se prohibieron los batuques y candombes tres años después. Clandestinamente bailaban en los llamados "quilombos" que muchos años después surgieron como un lugar popular y demandado por gran parte de la población porteña.
Para después de 1853, la población negra "misteriosamente" había descendido a un 2.5%. Bueno, algo aprendí, aunque mi duda no fue del todo resuelta. Si esa misteriosa desaparición no hubiera ocurrido, si tanto italiano y español no hubiera inmigrado un siglo después, seguramente Buenos Aires sería otro Cartagena de Indias.
Pd: Gracias Sebas por el libro.

Fuente: "argentinos: Quinientos años entre el cielo y el infierno" de Jorge Lanata

2 abr 2009

Hoy preocupado, encontré este volante en la mesita de noche de mi compañero de cuarto:

¿Querés conocer el amor de tu vida?
"No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos"
JORNADAS DE PASCUA 2009
Un lugar para buscar cosas nuevas, encontrar a otros y encontrarte a vos
Jovenes de 16 a 35 años
Colaboramos con $5 y algo para compartir en los almuerzos y meriendas. Trae algo para anotar y si tenés el Evangelio.

27 jun 2008

el circo en florida


Marcela recién llegaba a Buenos Aires. Estaba viviendo cerca a Almagro y nos habíamos visto sólo dos veces desde que ella había llegado. Le dije que salieramos por el centro a que ella conociera y de paso yo repasaba lo que había conocido. Fuimos a la calle Florida. Ella aún no había ido a conocerla y le pareció buena idea. Cada vez que veía algo, paraba y lo veía con emoción de niña. Mira Jorge esas estatuas humanas! estan geniales! Nada que ver con los tipos que hacen esto en Bogotá! Esto si es profesional! Qué voz la de ese señor, debería cantar en algún bar o algo, fijo se está llenando en plata. Cómo hizo ese truco de magia? Espera espera Jorge, esperemos a que revele el secreto porfa, quiero saber cómo se hace.

Iba y venía por todo lado, recibiendo cuanto volante le daban y leía el volante y leía la letra chiquita y se reía. Aqui dice no arroje a la vía pública y lo único que veo en el piso son todos estos papeles! jajajaja jajajaja. Yo no le encontraba tanta gracia a la cuestión de la basura pero a ella le pareció formidable recibir todo para leerlo y reirse. Esta calle es un cirquito al aire libre! jajajaja. Sobre todo en ciertas esquinas que sólo daban volantes de chicas y a ella no le daban entonces cuando veía venir uno me decía "recíbelo y leemos a ver a cuánto están las gauchitas atrevidas o las rubias estudiantes, o las morochas fogozas, o la colorada tímida o las tres por tan sólo 30 pesos o tres relaciones por tan sólo 50 pesos" Al fondo de la calle, mas alla venia una marcha como de mucha gente, en silencio y caminaban serios. Eran jóvenes, casi niños de colegio andando por toda la calle y rodeando a estos chicos unas doce personas que daban un papelito que todos recibíamos sólo para saber de que se trataba este pseudo funeral. Marcela ni se dio por enterada de la solemnidad de esta gente y salió corriendo a recibir su siguiente papelito de diversión. Qué número de circo más lúgubre.

Este volante me lo pasaron por debajo de la puerta de mi departamento. No sé qué es reiki. Sé que es algo que tiene que ver con sanación y con la mente, pero no más. EN el volante hay una página: http://emanecer-reiki.blogspot.com


Reiki esta compuesta por dos palabras,

Rei que significa universo o espíritu,

Ki que significa energía, vida o energía vital.

Entonces Reiki quiere decir, Energía vital Universal.

Jin Kei Do es el sistema que enseñaba Mikao Usui, sólo que el nombre se lo dio uno de sus alumnos.

JIN significa “Compasión”.
KEI significa “Sabiduría”
DO significa “Camino o Camino de Vid

Con la meditación se logra hacer que la mente esté más relajada y ordenada, lo cual es sumamente importante hoy en día. Además potencia el trabajo del reikista permitiendo limpiar y abrir cada vez más sus chakras, que es por donde se conecta con el universo. mientras más limpio estás, mejor puedes canalizar energia.

Otra característica es que cuando le estás haciendo Reiki a alguien también te estas haciendo a ti mismo, ya que la energía corre mas fluida y abundante llenándote y corrigiendo lo que encuentra en su camino.

Suena mas como a un juego de esos de facebook o de miniclip.com místicos, donde tu tienes tu magia y puedes usar la magia para dar mas puntos a tus amigos o disminuir el de tus rivales y así ser el "clan" con mayor puntaje. No hay ninguna dirección en el volante, pero tiene un teléfono. Timbra una, timbra dos y timbra tres veces. Oigo la voz tranquila y mística de una mujer que me dice "hola, estás comunicado con el cuatro tres cero tres uno cuatro cinco nueve, emanecer. Si deseas dejar un mensaje por favor dejalo después del tono. Gracias"

"hola llamaba para saber algo más del reiki y saber como puedo enviar mis energías reikistas a todas las personas que me rodean. Llamo más tarde"

Qué tranquilo y en paz me siento ahora.

25 jun 2008

Curso de Programación Neuro-Lingüística



-Centro de Humanidades?
-Buenas señorita, llamo porque me dieron un volante sobre un curso de programación neuro-lingüistica.
- Ah, si claro. Pero ese curso empieza hasta el próximo año.
- Bueno, pero me gustaría saber algo más sobre el curso.
- Si, claro, señor. Me podría dar su nombre?
- Jorge Jimenez
- Señor Javier, ya vio nuestra pagina en internet?
- Es Jorge.
- Si, señor Jorge. Ya vio nuestra página en internet?
- No, señorita.
- En el volante sale la dirección?
- Si, si, acá sale.
- Bien señor Javier, si entra...
- Es Jorge
- Discúlpeme, señor Jorge, si entra a la página en internet, está toda la información que necesita. Si desea saber sobre precios, puede venir al centro y acá le damos esa información. En el volante está la dirección?
- Si, acá está. Entonces sólo hasta el próximo año?
- Si señor... ... Hasta el próximo año
- Ok, gracias.

Palacio Barolo


Llegué a las 2.10 pm. Diez minutos mas tarde de lo que había acordado con el señor Miqueas por teléfono el día anterior. Me esperaba junto a dos latinos y una señora gringa con sus dos hijos gigantes blancos con cachetes rojos. Apenas llegué entramos al edificio y empezó a contar que estabamos en el infierno y que el punto en la mitad del edificio era donde deberían estar los restos de Dante, pero que Italia no había dejado, subimos a un ascensor y nos bajamos en el purgatorio. Nos mostró unas cornizas donde, si se miraba bien, se veia la cara del demonio. Por desgracia yo no miré bien. El señor Miqueas nos contaba las cosas a los dos mexico-veneco-centroamericanos (?) y a mi en cortas frases, mientras que cuando le hablaba a la gringa y sus gigantes, se demoraba mucho y extendía las explicaciones. Lo bueno es que yo soy de esos que dicen que no hablo el inglés pero lo entiendo, así que me gané la explicación en español con el bonus en inglés. Para subir al cielo del edificio hay que subir como 8 pisos por una escalera diminuta en forma de caracol hasta la punta de la torre. La señora gringa, que iba adelante mío tuvo que parar después del quinto piso y uno de sus hijos se quedó con ella. Ahora todos estaban rojísimos. En el cielo fue bonito porque la vista a la ciudad es genial, me tomé un par de fotos y no escuche nada de lo que Miqueas decía porque estaba mirando por un balcón. Bajamos a su oficina donde tenía plaquitas y telefónos "de la época". Ahí nos dijo que el tour finalizaba y que nos recibía la "contribución" de 15 pesitos que costaba el tour. Pagué los 15 pesitos y bajé de nuevo al infierno. Miqueas nos había explicado que ese edificio no se había podido mantener económicamente así que lo habían vuelto de oficinas. Así que entraba y salía gente del edificio a toda hora y nos miraban a los latinos y a los rojos extrañados de que 6 personas anduvieran por el edificio tomandole fotos a las paredes y a un hoyo en el piso y que pagaran quince pesos por ver d´nde trabajaban ellos.

Don Aquilino Parrilla


La parrilla queda exactamente a veinte metros de mi departamento, y cada vez q paso al lado del señor, que supongo que es Don Aquilino, me mira, hace como si no me hubiera visto nunca en la vida y me da uno de sus volantes. Desde que empecé a guardar los volantes que me daban en la calle, recolecté trece de estos volantes de Don Aquilino, y, teniendo en cuenta que el lugar sólo abre fines de semana, se puede deducir que si salgo a comprar un marlboro de diez al quiosco, recibo un volante de ida y otro de vuelta, asi yo tenga el mismo volante en la mano. Decidí ir a comer cualquier cosa con mi compañero de departamento Fabián, que es de Santa Fé. Hablé yo.

- Hola.
- Hola.
- Vendes choripan?
- Si.
- Me puedes dar dos por favor? para comer aca.
- ¿De dónde sos?
- De Colombia
- Aaah, de Colombia. Hay mucho colombiano acá, no?
- Si, somos muchos
- Vos también sos colombiano? -le pregunta a Fabián.
- No, no. Yo soy de acá, bah, de Santa Fé.
- También hay mucho santafesino, sabés?
- Y si supongo -Fabián le responde de mala gana, porque no tiene ganas de hablar, en verdad tampoco tiene ganas de comer, sólo que le pedí que me acompañara.

Nos sirven dos choripanes de cinco pesos que parecían de tres. Nos lo comemos con una coca cola de 600 mililitros compartida, yo trato de recordar la conversación en mi cabeza y miro alrededor. Estoy en pleno barrio de San Telmo, es sábado a la noche, y aún así sólo hay cuatro mesas ocupadas y las 12 sillas están ocupadas por argentinos comiendo una picada para dos o para cuatro. Se me hace raro que sólo hayan argentinos en una parrilla en San Telmo. Dejamos el dinero en la mesa y salimos. Diez pesos por los choripanes y cuatro pesos por la Coca. Agradezco a Don Aquilino que habla con una señora con voz de hombre y que no me oye, o no me quiere oir y vuelvo a mi casa.

Dos semanas después Fabían en un ataque de hambre vuelve a ir al lugar. El mozo lo ve y lo reconoce.

-Ah, vos sos el santafesino!
-Si.
-Ya que sos de acá, te voy a hacer un chori especial.

Me dice Fabían que ese día tampoco le pareció ver ningún extranjero.