27 jun 2008

el circo en florida


Marcela recién llegaba a Buenos Aires. Estaba viviendo cerca a Almagro y nos habíamos visto sólo dos veces desde que ella había llegado. Le dije que salieramos por el centro a que ella conociera y de paso yo repasaba lo que había conocido. Fuimos a la calle Florida. Ella aún no había ido a conocerla y le pareció buena idea. Cada vez que veía algo, paraba y lo veía con emoción de niña. Mira Jorge esas estatuas humanas! estan geniales! Nada que ver con los tipos que hacen esto en Bogotá! Esto si es profesional! Qué voz la de ese señor, debería cantar en algún bar o algo, fijo se está llenando en plata. Cómo hizo ese truco de magia? Espera espera Jorge, esperemos a que revele el secreto porfa, quiero saber cómo se hace.

Iba y venía por todo lado, recibiendo cuanto volante le daban y leía el volante y leía la letra chiquita y se reía. Aqui dice no arroje a la vía pública y lo único que veo en el piso son todos estos papeles! jajajaja jajajaja. Yo no le encontraba tanta gracia a la cuestión de la basura pero a ella le pareció formidable recibir todo para leerlo y reirse. Esta calle es un cirquito al aire libre! jajajaja. Sobre todo en ciertas esquinas que sólo daban volantes de chicas y a ella no le daban entonces cuando veía venir uno me decía "recíbelo y leemos a ver a cuánto están las gauchitas atrevidas o las rubias estudiantes, o las morochas fogozas, o la colorada tímida o las tres por tan sólo 30 pesos o tres relaciones por tan sólo 50 pesos" Al fondo de la calle, mas alla venia una marcha como de mucha gente, en silencio y caminaban serios. Eran jóvenes, casi niños de colegio andando por toda la calle y rodeando a estos chicos unas doce personas que daban un papelito que todos recibíamos sólo para saber de que se trataba este pseudo funeral. Marcela ni se dio por enterada de la solemnidad de esta gente y salió corriendo a recibir su siguiente papelito de diversión. Qué número de circo más lúgubre.

No hay comentarios: